RIMA LV

 

Entre el discorde estruendo de la orgía

acarició mi oído,

como nota de lejana música,

el eco de un suspiro.

 

El eco de un suspiro que conozco,

formado de un aliento que he bebido,

perfume de una flor que oculta crece

en un claustro sombrío.

 

Mi adorada de un día, cariñosa,

"¿en qué piensas?", me dijo:

"En nada..." "¿En nada y lloras?"

"Es que tengo alegre la tristeza y triste el vino".