RIMA XII C

 

Es tu boca de rubíes

purpúrea granada abierta.

que en el estío convida a

apagar la sed en ella.


Y sin embargo,

sé que te quejas

porque tus ojos

crees que la afean:

pues no lo creas,

que parecen, si enojada

tus pupilas centellean,

las olas del mar que rompen

en las cantábricas peñas.