RIMA XV

 

Cendal flotante de leve bruma,

rizada cinta de blanca espuma,

rumor sonoro de arpa de oro,

beso del aura, onda de luz,

eso eres tú.

 

Tú, sombra aérea que cuantas veces

voy a tocarte, te desvaneces

como la llama, como el sonido,

como la niebla, como un gemido

del lago azul.

 

En mar sin playas onda sonante,

en el vacío cometa errante,

largo lamento. Del ronco viento,

ansia perpetua de algo mejor,

Eso soy yo.

 

¡Yo, que a tus ojos, en mi agonía

los ojos vuelvo de noche y día

yo, que incansable como demente

tras una sombra, tras la hija ardiente

de una visión!